ni en el neón.
Tampoco me busques en los cafés de la 6ª avenida,
ni en el Pasaje Enríquez.
No tengo dinero.
No me busques en las librerías,
pues no estoy en ningún cuento y en ningún poema.
pues no estoy en ningún cuento y en ningún poema.
Tampoco me busques en las morgues.
Ahí no estoy.
Ahí no estoy.
Ya no me busques en las noticias
porque soy dueño de mi silencio.
porque soy dueño de mi silencio.
Ya no me busques en tus orgasmos azules,
ni en tus tardes amarillas. Ya no.
No hace falta.
Son tuyos,
siempre tuyos. Míos, nunca.
ni en tus tardes amarillas. Ya no.
No hace falta.
Son tuyos,
siempre tuyos. Míos, nunca.
Ya no estoy en mi infancia.
Mis amigos migraron o están muertos.
Mis amigos migraron o están muertos.
No.
Ya no estoy en mi casa.
Desde hace unos días
vivo adentro de mi pupila...
Desde hace unos días
vivo adentro de mi pupila...
Foto: Anastasii Mikhailov |
donde es bienvenida la muerte…
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Una rara mezcla entre psicólogo, poeta, activista, bloguero y periodista digital que sólo es posible en el siglo xxi. Creador de Asuntos inconclusos. |
Excelente poema! Pero pronto creo, y espero encontrarte en las librerías...
ResponderEliminarGracias por leer. Y si no es así, en la calle.
EliminarBello poema, mi amor. Te amo
ResponderEliminarGracias Karen.
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