1. Sus
lectores.
No es para cualquiera. Es para gente que se pregunta
cosas como: ¿Por qué tengo que relacionarme con idiotas todos los días de mi
vida en la universidad, el trabajo o la calle? ¿Nunca se han preguntado eso?
Si no, tal vez sí se pregunten: ¿Seré buen poeta o
mejor busco chance en un call center, cierro Derecho y me caso de una vez?
¿Están en eso? Sí, sí… este blog les puede interesar.
Claro, también podrían no ser tan neuróticos y ser gente
más racional y madura. Gente que ya dejó atrás los años universitarios y que ya
sabe lo que es y lo que nunca será en la vida… lo que quiere de ella, lo que
necesita y lo que le sobra.
Gente que se hace preguntas como: ¿Cuántos centavos de
cada quetzal invierte el Estado en la niñez, y cuántos en soldados para
patrullar las calles? ¿Son de ésos? Preguntas como: ¿Qué porcentaje del PIB
representan las remesas de los migrantes? ¿Producirán los mojados más que el
CACIF? Sí, sí… este blog les puede interesar a ustedes también.
O tal vez le dan un enfoque más filosófico a todo, y
se preguntan si es verdad eso de que los pobres son pobres porque quieren. Si
Pepe Mujica sería buen presidente en Guatemala, o si de plano ya somos tan
enfermos mentales y tan corruptos que nuestro inconsciente colectivo se
identifica más con asesinos, dictadores o corruptos a lo Ubico, Ríos Montt o Alfonso
Portillo. ¿Ya ven por qué este blog no es para que lo lea cualquiera?
Sí. Este blog es para gente que tenga los huevos de
preguntarse por qué no vive con sus hijos. Por qué éstos tuvieron que irse a
Estados Unidos a vivir con su ex (que puede darles lo que ustedes aquí no).
Es para sujetos inquietos e inmisericordes consigo
mismos que se digan para sus adentros: ¿De qué me sirvió entonces el diplomado
que saqué en Francia? Es para los que se preguntan por qué siguen solos en la
vida.
Es para gente que ya encabronada se cuestione: ¡¿Por
qué le tengo que enseñar a mi hija a no ser puta… y no se les enseña a estos
cabrones a no violar…?!!!
Los lectores y las lectoras de este blog increparían a
la muerte por ser tan perra con este país, si se la encontraran en forma de
mujer cuarentona y fría en el Café León,
en el Box o en el Baviera (como en El lado oscuro del corazón), y hasta
intentarían ligársela. ¿No invitarían ustedes a su casa a la muerte para comer
juntos, tomar vino, ver Taxi Driver y
debatir sobre la muerte? Yo lo haría si pudiera, y si la muerte no fuera tan
antipática como Gloria Álvarez, claro.
Los lectores de este blog no pedimos estar en este
mundo (y algunos, los creyentes, están profundamente agradecidos por ello) y no
somos malas personas. Nuestro único pecado es tratar de encontrarle sentido a la
vida mientras estamos aquí, en medio de toda esta locura.
2. Para qué leerlo.
Pues para vernos al espejo, para vernos en los otros, ¿para
qué iba a ser? Para estar informados y debatir sobre cosas que nos importan.
Para hablar de nosotros, del país y del mundo donde vivimos. Para acercarnos y
conocer gente que se nos parece o que nos es lejana. Para tratar de
explicarnos. Por placer. ¿Para qué leen ustedes tanto?
3. Ok. Pero ¿quiénes escriben?
Invité a mis amigos y algunos conocidos. Son
periodistas, feministas, educadores, fotógrafos, estudiantes universitarios,
escritores, poetas, investigadores y académicos. Hombres y mujeres. Gente joven
y madura. Soltera, divorciada, con y sin hijos. Heterosexuales, del otro lado y
en vías de exploración. Gente dentro y fuera de Guatemala. Eso sí: todos con empatía
social y con mucha lucidez. ¿Les suena bien o todavía no?
4. Lo que se escribe.
Vida cotidiana, opinión y arte y cultura. Podrán leer diarios
personales, columnas de opinión, entrevistas, notas y reportajes con gente del
arte, la política y el conocimiento. Poesía, cuento y relato urbano. Verán fotografía.
5. ¿Y a quién se lo ocurrió Asuntos inconclusos y por qué?
A mí. Me llamo Christian Echeverría. Soy
psicólogo de profesión de la USAC pero dejé de ejercer porque no creo que valga
la pena que la gente se adapte a una sociedad como Guatemala, y mucho menos que
sea “normal” donde la norma es ser un hijo de puta. Creo en la dignidad del ser
humano (pero en la de verdad, no en la que cada uno vea sólo por su nariz) y
debe haber algo mejor. Todavía tengo amor propio. Entonces, desde 2012, empecé
a ejercer empíricamente el periodismo y la escritura (mis verdaderas pasiones),
y a colaborar para las revistas Ati y PúblicoGT, y luego trabajé en la revista
Temática de Xela y tuve columnas en Plaza Pública y elQuetzalteco. Tuve, ya no.
Soy aprendiz de todo.
Se me ocurrió hacer un blog así, porque me di cuenta
que cada vez hay más gente que necesita informarse de cosas que le importan, de
hallar respuestas a sus preguntas, de encontrarse con el otro (a su manera), de
darse sentido a sí mismo y de achicarse el mundo, aunque frecuentemente termine
con más incertidumbre de la que tenía antes de empezar el día (algo típico de
este mundo posmoderno nuestro).
El nombre del blog se explica solo (o eso espero).
Interesante exposición con crudeza sobre la realidad. Me gustó mucho, Felicitaciones.
ResponderEliminarGracias Tato, y gracias por leer.
Eliminar¿Como colaborar? Tengo una columna miercolesina que podría aportar ideas raras.
ResponderEliminarHola Carlos. ¿Dónde la podemos ver?
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