viernes, 27 de febrero de 2015

Escribir en el desencanto





POR ALVARO ARMAS 



En esta época vacía caracterizada por el desencanto donde nada permanece; donde todo se escurre por los dedos y no se queda con nosotros; en esta realidad que se desvanece carente de esencia y que deja en evidencia el vacío existencial que todos parecemos llevar; yo me pregunto: ¿Para qué pensar críticamente, para qué escribir? ¿Para qué se analizan los temas políticos, sociales y culturales que nos aquejan? ¿Para qué? Si sabemos de sobra que para donde se voltee, parece que todo se desmorona porque nada es sólido y mucho menos sagrado, y donde lo único sólido y sagrado son las mercancías y el empujo del consumo, apariencia de lo único que “puede llenar”.


Para qué hacerlo; si parece que sólo el acto de escribir es algo sexy o de moda, donde se ha convertido la palabra en una más en la lista de mercancías que se compran y se venden en el mercado.


www.diariodacorteoficial.com



Para qué hacerlo; cuando parece que la historia ha sido cooptada para vivir en un eterno presente que nos ha anestesiado, regalándonos una ortopedia social con las imágenes que nos hipnotizan. Una sociedad espectacularizada.







La sociedad del espectáculo (1967) completa con subtítulos en español. Guy Debord: cineasta, escritor y filósofo francés.       





Para qué pensar y escribir en una sociedad, que como dice Baudrillard; ha desplazado la realidad para hacerla un simulacro.  


Para qué hacerlo en una época donde nadie abraza una causa concreta y permanece en ella; donde se brinca de causa en causa sin estar realmente comprometido con ninguna, colaborando así más a la fragmentaria realidad que se tiene.


Para qué hacerlo en una sociedad donde el mismo acto de análisis y escritura parece un truco o artilugio lingüístico para convencer a otros sin decir nada de fondo… para convencer convencidos (círculos de lo mismo).








Para qué hacerlo en esta sociedad repleta de analfabetismo, de indiferencia.


Para qué hacerlo en una sociedad que no lee. Los pocos lectores en su mayoría saltan de noticia en noticia, de imagen a imagen; esperando encontrar una oferta que les sacie las ansias de sus deseos, y donde andan en búsqueda de la novedad porque no se satisfacen. Lo único que ven es un espejo roto. 


Para qué hacerlo en un país contradictorio en todas sus expresiones. Con un Nobel de Literatura y con más del 60 por ciento de analfabetismo. En un país con una Nobel de Paz que no castiga genocidas.


Para qué ser analista “serio” cuando es el “análisis” más visceral, espurio y racista el que parece más efectivo y creíble; y no el que esté comprometido con la vida.


Entonces para qué hacerlo, cuando comprometerse con una causa en concreto ya no es una cosa real; porque hasta las mismas causas parecieran no reales, donde todos somos portadores de una falsa libertad dada por el neoliberalismo.


Estamos en una época llena de apologías de la muerte, de la indiferencia, de la libertad aparente donde la vida pasó a ser parte del control de cualquier tipo de poder, donde ésta ha sido capturada para sacarle los jugos que alimentan los dispositivos de los poderes que dominan.


Entonces ¿para qué pensar y escribir?


Creo que se debe escribir para defender el más alto a mi juicio de los valores éticos: la vida.


Escribir debería contribuir a esa eterna lucha poética que consideraban los griegos, donde el ciclo de la vida es más largo que el de la muerte.


Como bien dice Claudio Magris: “¿Por qué se escribe? Por tantas razones: por amor, por miedo, como protesta, para distraerse ante la imposibilidad de vivir, para exorcizar un vacío, para buscarle un sentido a la vida. A veces para establecer un orden, otras para deshacer un orden preestablecido, para defender a alguien, para agredir a alguien. Para luchar contra el olvido, con el deseo (tal vez patético pero grande y apasionado) de proteger, de salvar las cosas y sobre todo los rostros amados de la abrasión del tiempo, de la muerte. Escribir es también un intento de construir un Arca de Noé para salvar todo lo que amamos, para salvar (deseo vano e imposible, quijotesco pero inextirpable) cada vida” (Lápices de colores. Discurso del Premio FIL de Literatura, Feria Internacional del Libro de Guadalajara, 2014).


Y como dijo alguien: “En medio de una orgía, en aquel desorden lleno de placer, lujuria y pecado, y luego de haberse saciado; alguno podrá mirar a los ojos a alguien más y le dirá: ´¿Qué harás mañana...?´”


Esa, ya es, una esperanza...



Alvaro Armas      LACONÍAS 


Huehueteco, pedagogo, politólogo y gestor cultural
He estado en diversos proyectos artísticos, de educación y políticos
Gusto de la lectura, creo en todas aquellas acciones de incidencia política, creativas y generadoras de vida. Facebook. 











miércoles, 25 de febrero de 2015

De los sabores



POR ARELY CHAMALÉ






En una reunión de comida que tuvimos con unos amigos internacionales (México, Chile, Rusia y Guatemala), la comida fue uno de los temas principales. 

Mi amigo compatriota debatía que si los tamales son guatemaltecos o de dónde son. A su defensa, salió la chica mexicana diciendo: “Pero si en México también los tenemos”.

La comida es de quien la hace. Ya si quieres le pones nombre y apellido para hacer la salvedad de que es tu versión del platillo.


 
´Plov´, comida tradicional de Tatarstán, Federación Rusa


La identidad es un conjunto de varias situaciones, y en la distancia se busca hacer ver que Guatemala es más cosas que las que salen en los medios de comunicación; pero muchas veces lo que mostramos es un grito eterno y necio y pueril diciendo: ¡Hey, acá estamos!



FOTOS ANTIGUAS DE GUATEMALA, Facebook 



Los chuchitos, los tamalitos, los recados y la pepita; olores-sabores-texturas que manan del recuerdo a cada momento en que vas a hacer la compra.  

Entras a la frutería y buscas los ingredientes con los que creciste. De lejos buscamos los sabores de la niñez, los sabores de la casa, los sabores de las reuniones familiares. Casi imposible encontrarlos en el viejo mundo. Como los caldos de gallina del Mercado Central no hay otros; y las tostadas con guacamol o salsa nunca saben igual en otro país.

Los sabores nos dan historia y propiedad, y sólo en el paladar de cada persona es que se hace la identificación. Los caldos y guisos de mi madre, nadie más que mi madre los puede hacer.

En la distancia nos aferramos a lo que creemos que nos hace ser guatemaltecos: ir a comprar una barra de pan no es lo mismo que ir por Q5 de pan francés, o ir por patatas (o papas), plátanos de Canarias o bananos. Los colores de las verduras tienen vida, sentir los granos de frijol entre los dedos cuando metes la mano en los costales. Todo esto nos recuerda bien una cena o cuando íbamos al mercado San Martín y nos acomodábamos el costalito en el lomo.

Guatemala se lleva en el estómago, es en donde sientes las emociones, y eso; jamás cambiará.


Arely Chamalé


Estudiante de Ingeniería Mecánica de la USAC y egresada de la ETMA. “Los contrastes muestran cada día dicotomía en los seres humanos”.
He visto la mayoría de mis amaneceres en el lado norte de la ciudad de Guatemala, sobre la carretera Jacobo Árbenz, al lado de árboles y aves que me recuerdan la importancia de la vida.
Mi llegada a las letras fue por un desamor en la adolescencia.
Llamada Arely desde siempre, aunque pocos conocen mi nombre.
Amante de las letras y del arte en general. Las imposiciones se pueden y deben ir al carajo.
Me describen como agria, ácida y silenciosa. Procuro no gastar mis energías con personas vacías.
Mi mejor escuela es la vida.
No se debe caminar en círculos, por lo menos no en los mismos.
Facebook. 


martes, 24 de febrero de 2015

Claudio Gaetani en un poema


POR CHRISTIAN ECHEVERRÍA


En Europa están de moda las murder parties o cenas con delito. Fiestas privadas o restaurantes donde se simula un asesinato y se le pide a los invitados y comensales que investiguen para encontrar al asesino que está infiltrado entre ellos. Se arma un guion y se asignan papeles en la trama (incluido el del asesino). ¿No sería rico jugar con la muerte un ratito en lugar de padecerla con impunidad? 

A esto se dedica Claudio Gaetani, director teatral y poeta italoguatemalteco, que con el teatro de la Compañía del Crimen monta cenas con delito en todo el país.

www.loqueotrosdicen.com



Sí. Esa es una de las tantas fotos que se hace. Yo lo tengo de amigo (o contacto) en Facebook. Hay días en los que le da por publicar hasta diez poemas y ninguno se queda sin recibir respuestas (la mayoría de mujeres maduras).  

Al leer algunos, decidí elegir uno y publicarlo aquí. Se llama “Nocturno”. Me pareció romanticismo tradicional (que odiarían los hipsters), pero creo que esa es su mirada.              

“El poeta es solamente una apnea”, escribió en el chat, cuando le hacía unas preguntas para esta nota.

Cuando lo busqué en Wikipedia, me encontré con un largo currículo de artes escénicas y con que ya había montado estas “cenas con delito” en los noventas en Nápoles, ciudad de origen de su familia. ¿Una apnea?

Despiértamede este sueño eterno...
el nirvana no está dentro de mí,
porqueno hay un mí,
 
“¿Qué veo? No veo mucho, porque la mirada es limitada a lo que siento”, escribió luego de una pausa como de diez minutos. Yo me levanté de mi escritorio y mejor fui a buscarme un café. “Veo lo que siento y siento que ver es limitado para lo que siento”.

el tiempo por ahora no existe,
porque noexisto.

No quiero cerrar mis párpados,
porque no séquedarme despierto.
 

 
Sherlock Holmes (2009), www.blogdecine.com   

www.noticias.emisorasunidas.com




-¿Y qué sentís en Guatemala? 

-Si hablamos de tierra, es demasiado lo que siento. Yo crecí en una época en la que debíamos comprender tres cosas fundamentales: Dios, Patria y Familia. (…) El otro día pasaba por una estación de bomberos en la zona 3, eran las seis de la tarde y la alarma larga de los bomberos sonaba porque estaban calando la bandera. No pude hacer otra cosa más que detenerme, salir de mi vehículo y saludar la bandera. ¿Qué siento en Guatemala? Siento tanto. Respeto, cólera, rabia, enojo, desesperación, nostalgia. Conozco sus rincones, sus calles por nombre, sé en dónde se encuentran sus estatuas, quiénes fueron. Rara vez camino a pie por las calles pero cuando lo hago voy despacio, miro su gente y el olor extraño que posee esta tierra. Cada día me sorprende.


 
www.biografiasyvidas.com







-¿Tenés ausencias?

-La mayor parte de mis amigos ya están muertos o se han perdido en el vacío de su propia ausencia.

Cuando le pregunté por Nápoles, la comparó con una mujer:  

-Es una hembra, sucia, malcriada, insolente, altiva, pendenciera, segura de sí misma que sabe que como ella; ninguna otra sabrá hacerte el amor. Que como ella no hay otra y por lo tanto se puede permitir cualquier cosa, porque una vez que la has amado, nada puedes amar más que Napoli. Napoli se puede comportar como quiera. Es siempre Napoli. No es una pasión menuda, ni una forma de vida. No son sus canciones, ni sus palabras, ni su comida, ni su gente, ni sus 5,000 años de historia. Es solamente Napoli, que está allí, sin hacer nada; porque sabe que después de ella el mundo puede dejar de existir.




mexicoesfutbol.wordpress.com

 

"Napoli es la única ciudad en el mundo en la cual, si el Napoli mete un gol; se registra en los sismógrafos del Vesubio el evento telúrico. ¿Cómo puedo explicar eso?"







Levanta las manos, acaricia mislabios,
que no son,
cierra los ojos, y sueña-mi,
porquesolo soy,
el sueño que tu sueñas...