lunes, 24 de octubre de 2016

¿Mi feminismo afecta tu hombría?

POR ANDREA TORSELLI Y LUISA CONTRERAS



En este tiempo de redes sociales (como en otras épocas) una se topa con muchos comentarios sin fundamento que, al final, sólo merecen respirar profundo y seguir adelante. La diferencia es que estos ahora son globales, virales, abundan, se vuelven tendencia y cualquiera puede comentar sintiendo que posee la verdad absoluta desde la comodidad de su hogar (detrás de una pantalla/identidad que les permite escudarse y aparentar que conocen todo el panorama).

Foto: Xavi Meler/fotocommunity.es

Hoy hablo del movimiento #NiUnaMenos. Hace unos días las redes sociales estallaron en apoyo a la causas de las mujeres (también se catapultó una lucha contra la desigualdad, la misoginia, el machismo y cómo estos influyen en la vida de cada persona). Además, se hicieron actos públicos y manifestaciones en apoyo a la lucha contra los feminicidios en toda América y otras partes del mundo.

Queremos, mediante este texto, plantear algunas preguntas y consideraciones al respecto del feminismo y los feminicidios. Los feminicidios, a pesar que son un acto violento y de estar tipificados como delito, en pleno siglo xxi aún son un asunto que se mantiene calladito por buena parte de la sociedad. Somos pocas las que nos atrevemos a hablar acerca de esto que le puede pasar a cualquiera.

Primero, si yo digo que soy feminista, empiezan los estereotipos machistas a actuar; nos ven raro, somos las locas, las histéricas, las exageradas, las que nos hacemos las víctimas. Es, precisamente, para esto que sirven los movimientos como el del pasado 19 de octubre; para crear espacios, conciencia, abordar estos temas y convertirnos en la voz de las que no hablan, de las que se quedan calladas por miedo. 

Considero que el movimiento #NiUnaMenos es un logro enorme para las mujeres, sin embargo, se ve minimizado en cierta parte en las redes por un cuestionamiento inapropiado: ¿Por qué dicen ´ni una menos´ y no ´nadie menos´?”. Vi a muchos compartir este estado en Facebook y Twitter. Eso del copy-paste. La mayoría de personas no reflexiona acerca de los mensajes subliminales de cualquier cosa que comparten en Internet. Son estas tendencias cotidianas, son estos micromachismos, los más peligrosos. Porque vuelven a normalizar la violencia contra las mujeres y minimiza los esfuerzos en nuestro espacio público. Explicaré de forma detallada mi posición feminista.

¿Por qué ´ni una menos´, en vez de ´ni una más´? Como explicó el activista Juan Pensamiento:Con ´ni una más´ están hablando de aceptar muertes; con ´ni una menos´ están hablando de respetar y preservar vidas. Sutil pero enorme diferencia en una sola palabrita

Ni una menos nos posiciona a todas como mujeres diciendo que no aceptaremos la violencia contra ninguna de nosotras, esto bajo el principio de sororidad. Entre nosotras estamos diciendo que ninguna falte, en vez de decir: ni una más en las estadísticas que a nadie le importan. Es cuestión de acuerpamiento frente a un problema social. 

Y te preguntas, ¿qué es eso de sororidad? Es identificarnos entre nosotras como mujeres, apoyarnos y agruparnos. En este caso en particular, para no aceptar el feminicidio. Es muy importante la sororidad para nosotras, porque es a esta hermandad a la que le tiemblan, a la que le teme la estructura patriarcal, y como dice Beauvoir: “Nadie es más arrogante, violento, agresivo y desdeñoso contra las mujeres que un hombre inseguro de su propia virilidad”.

Quiero recalcar que el feminismo no es una lucha de mujeres contra hombres, es una lucha general por la equidad. Una batalla diaria que se da contra los machos, contra los gobiernos, los medios que nos comercializan, los de comunicación y más.

Al ser yo, Andrea, una fotógrafa, compartí una imagen mía, un autorretrato que realicé hace unos meses, una foto que muestra todo el sufrimiento que una mujer lleva por dentro. Todos pueden opinar, pero únicamente las personas víctimas de abuso pueden realmente decir cómo se siente. La foto, precisamente, se titula: “Así se siente”. La idea de la imagen es crear empatía... 

 

Esta posición de la empatía es vital, no es cuestión de que se vea bonito en mi estatus de Facebook o que diga: “es que yo también soy un poco feminista”. Busco exponer cómo nosotras nos vemos, cómo vivimos y sentimos la vida. Es empezar a incluirnos y hacer los espacios para reivindicar la vida de cada mujer. 

Cuando cualquiera afirma que la violencia contra las mujeres es algo que le pasa a “esas chavas que andan en malos caminos”, esa es una actitud falocéntrica. La realidad es muy diferente cuando se deja de ver desde esa posición lejana y se empieza a entender que el problema con la violencia hacia la mujer es real y constante. 

Este mismo principio, la empatía, nos hace ser solidarias con la gente que se muere de hambre todos los días, con las personas que deben migrar para encontrar un poco de paz; nos hace ser solidarias con el ambiente y el planeta, nos mueve a firmar una petición para que dejen de matar elefantes.

Sin embargo, constantemente, nos encontramos con personas diciendo:es que no es lucha de mujeres sino de todos ante la violencia”, con el fin de minimizar las acciones que reivindiquen nuestra causa. Claro, podría ser un buen principio si tienes conciencia social y velas por los derechos de todos. Pero, en este caso, si no te manifiestas a favor de la causa feminista estás haciendo daño. Decir: “no es un problema exclusivo de las mujeres” y no adherirte a la causa es lo mismo que no apoyar. Es como si tuviera a PETA, Greenpeace o AMA alegando porque las mujeres no son las “únicas que sufren”, porque cínicamente podrías crear  un hashtag #lasballenasprimero, #losgatossimpre o #cualquierhashtag en el día que se impulsó la campaña de #NiUnaMenos.

De acuerdo a los comentarios que leí en las redes, creo importante hacer estos cuestionamientos con un dejo de ironía: ¿Sería mejor, entonces, entrenar a las especies en peligro de extinción para defenderse de los humanos, en vez de entrenar a los humanos para que dejen de cazar a las especies en peligro de extinción? Entonces, ¿por qué una parte de la sociedad nos manda a cursos de defensa personal o a cubrir nuestros cuerpos para no provocar, en vez de enseñar a no atacarnos? 

El feminismo expone que la conducta machista está matando mujeres. Además, está violando y está violentando a las mujeres por el hecho de ser mujeres. En ese sentido, no tienen correlación los homicidios o las muertes a nivel mundial (como lo quieren hacer ver algunos) con el de las mujeres que matan por ser mujeres. Por aparte, como carga de violencia adicional, nos violan porque piensan que pueden usar nuestro cuerpo, nos lastiman porque piensan que están en la condición de hacerlo. El asesinato de mujeres, por razón de género, se llama feminicidio. Por eso nosotras (las que lo entendemos así) vamos a manifestarnos en contra.
 
En Guatemala, cada cuatro horas ocurre un feminicidio, eso es preocupante por ser el segundo país con la tasa más alta de feminicidios en el mundo, pero es aberrante también porque se esconde tras una fría estadística y no con el rostro real de un feminicidio. Quiero saber, si describo qué es un empalamiento con lujo de detalles, ¿cuántos seguirían leyendo al comprender lo horroroso de esta acción?

Empatía es plantearnos las cosas como si fuéramos nosotros las víctimas (hombres o mujeres) de esa misma violación. La empatía, entonces, se debe concebir como si fuera en nuestra familia, nuestra colonia, nuestro barrio, nuestra ciudad y, el más importante, nuestro género.

Quiero plantear unas preguntas y espero que esto nunca más pase. Si Lucía (la niña de 16 años empalada) se apellidara como tú, ¿cómo te sentirías? Si a esa Lucía, quien fue violada salvajemente, lavada y tirada como si fuera un desperdicio humano, la conocieras personalmente, ¿qué pensarías? Es más, si ella fuera tu madre o tu hija, ¿acaso ahí sí existiría la empatía? Me pregunto con dolor: ¿por qué la empatía debe suceder sólo si es alguien cercano a ti?, ¿por qué tenemos que apelar a tu conciencia, cuando los feminicidios son algo que todos sabemos que ocurre?

#NiUnaMenos es un grito de desesperación. Un ¡basta ya! Es importante recalcar que a nosotras no nos matan en supuestos triángulos amorosos, como lo quiere hacer ver la prensa morbosa. Dejémonos de cuentos; nos matan porque creen que tienen el poder de matarnos y lo hacen porque somos mujeres.  

Daniela Castillo, periodista, contracomentó mi estado de Facebook, ese que compartí con el autorretrato titulado “Así se siente”, porque un contacto mío escribió acerca de “nadie menos”, en vez de #NiUnaMenos. Esto nos pasa todo el tiempo, respiramos profundo y tratamos de explicar las causas del feminismo y nuestra actitud de respeto.

Sin embargo, el mismo contacto reiteró: “No es NECESARIO, LAS MUJERES NO SON SANTAS, pero el punto es QUE PROBLEMAS EN LA SOCIEDAD HAY MOTONES PORQUE HACERSE LAS VICTIMAS, SOLAMENTE USTEDES NO SUFREN A NIVEL NACIONAL Y GLOBAL... NUESTRO PAIS COMO MUCHOS LLORAN SANGRE”.

El comentario explica por sí solo la actitud misógina de este contacto. Pero, por respeto, voy a ampliar la explicación: primero, “hacerse las víctimas”; esa frase definitivamente muestra a una persona que vive ajena a la realidad. Segundo, “son santas”; ¿acaso el respeto depende de la “santidad”? Tercero, “solamente ustedes no sufren a nivel nacional y global”; hay que hacerle conciencia a este tipo de personas que el hashtag #NiUnaMenos fue creado para luchar contra los feminicidios, no contra los homicidios.  

Me permito ampliar la idea. Es como que si al contacto le gustara el Barcelona, pusiera #VivaElBarca, y yo viniera a alegar que no está incluyendo a todos los equipos de todos los deportes y le pusiera #VivanTodosLosEquiposDeTodosLosDeportes. Pero este ejemplo, se trata simplemente de deportes, no de muertes, como en el feminicidio, eso es lo grave. Espero que el ejemplo sea lo suficientemente claro. 

Por último, él tiene una opinión desinformada. De esos comentarios que se hacen desde fuera, desde lejitos o desde alguien que naturaliza la violencia contra las mujeres y sólo restan importancia a nuestra causa. Cuando leo, “hacernos las víctimas”, ya ni ganas de explicar me quedan, porque hay veces en que la mara habla sólo porque tiene boca, no tiene información.  

Por lo que la periodista Daniela argumentó de forma general sobre el feminismo, esto es para anular los cuestionamientos machistas que enfrentamos: 

1. El feminismo habla de equidad, no de igualdad; son dos cosas distintas. Ve las definiciones si te interesa ese debate. 

2. Dar el asiento no debería de ser cuestión de género. Lo da quien se le da la gana darlo. Machismo es que nos hayan criado pensando que los hombres lo tienen que dar. Además, somos ninguneadas por machos todos los días, todo el tiempo, así que si les toca ir parados no creo que no les aguanten las piernas. 

3. Cuando digo machos es diferente a decir hombres. No es lo mismo. Yo no odio a los hombres (me encantan los hombres y respeto a los que los son, a las que no, a todxs).
 
4. Nadie está diciendo que no hay maltrato ni violencia hacia los hombres. NADIE. Porque ese no es el tema hoy. Comentarios como los tuyos desvían el foco de atención de lo que realmente es importante. Nos están matando a diario. Busca las razones por las cuales mueren los hombres y luego por las cuales mueren las mujeres. Yo tengo más probabilidad de ser violada y asesinada que tú, pero no estoy diciendo que no te pueda pasar. Lo que pasa es que esto no se trata de ti. Se trata de nosotras (el punto crítico, diría yo).  

5. *Decir "armarse de huevos" es una frase sumamente machista enraizada en nuestro lenguaje. Y la estás usando para hablar de "igualdad". 

6. Si te preocupa tanto las muertes violentas de los hombres pues arma tu colectivo, haz una convocatoria y sal a protestar también. Pero no nos estés criticando NUESTRA lucha, estás restando en lugar de sumar. 

*Nosotras tenemos millones de huevos más que tú. Investiga cómo funcionan las vaginas. Eso no te hace menos hombre ni a mís mujer. 

Entonces, hacen cortocircuito, empiezan a decir que uno es radical, extremo y que no es lo que quisieron decir, pero está escrito y no tiene vuelta.  

Acá tal vez dirás: “yo paro de leer porque qué aburrido y estas son ´feminazis´”. Uso la expresión ‘feminazis’ porque está de moda, aunque no la entiendan. Eso pasa, eso nos pasa y ¿sabés qué? Que tú parés de leer no quiere decir que nosotras hemos parado de decir lo que pensamos.

Es importante analizar las expresiones del machismo. Al decir “las mujeres no son santas”, por oposición se deduce que debemos ser el demonio. Hay que rebatir estas expresiones, porque en la mentalidad del “macho” hay que satanizarnos para desvirtuar nuestra causa. Con esta mentalidad muchos creen tener el derecho sobre nosotras. Por eso les asustan las mujeres dueñas de sus propios cuerpos. Pero cuando es tu “santa madre”, entonces sí lo entendés. ¿Porque te dio la vida? ¡No! Las mujeres no somos maquinas reproductivas y nuestra valía no está determinada por quién parimos o quién no.

Las discusiones sobre la santidad, la virginidad y la pureza tienen que ver con nuestras vaginas y el uso que les damos. Desde la percepción patriarcal, mientras menos las usemos es “mejor para las mujeres”, porque según su idea, sólo somos reproductoras de la especie. Esos son los estereotipos. Entonces, pregunto: ¿por qué a un hombre se le elogia por decir: “es que yo me he “cogido” a cuanta mujer he tenido enfrente?, ¿por qué les suma y a nosotras nos resta? Espero que comprendas el punto acerca de la equidad. ¿Se supone que tenemos que aguantarnos los criterios que la sociedad machista imponga acerca de nosotras? Pero a un hombre se le respeta porque es “santo” per se. ¿Acaso el respeto tiene que ver con la “santidad”?

No señores, todos valemos lo mismo, practiquemos el sexo o no, lo tengamos cuantas veces lo queramos, nos vistamos como sea. Se trata de que debo explicarte por qué tú no puedes tocarme (ni nadie) sin mi consentimiento, porque yo no soy un objeto, no soy una cosa. Se trata de que yo debo exigir respeto, pero túlo me respetás cuando yo me visto o actúo de la forma en la que tú me quieres imponer. no has entendido que YO soy un ser humano capaz de elegir, decidir y manifestarme. 

En resumen, diría mi amiga Lizzy Rojas, “es más duro cuando la gente no quiere comprender, porque hacerlo implica cuestionarse sus privilegios”.  

Quedate acá, informate, escuchá, lee, entendé, aunque no te guste. Hacé de cuenta que no sos hombre, imaginate, por un momento, que cualquiera, en cualquier momento y sin importar cómo sos o cómo vas vestido, pueda violentarte al punto del castigo medieval.

El feminismo no es cuestión de quién cocina, no es cuestión de un asiento en un autobús o si yo compro la comida o quién paga el alquiler; es cuestión de respeto. Mi feminismo es fundamento para que los dos juguemos bajo las mismas reglas. Pero, te recuerdo, no es un juego, esta falta de equidad pone en riesgo la vida de las mujeres.

No pedimos que las mujeres carguen con lo más pesado (o el tambo de agua Salvavidas), como nos contestan los machos. Exigimos a la sociedad que se nos juzgue de igual forma, porque tenemos las mismas capacidades y las mismas aptitudes, exigimos el mismo trato, el mismo salario y el mismo respeto.

El feminismo no se trata del machismo al revés o aplicado de las mujeres hacia los hombres. Se trata de caminar juntos, de vernos a la par, de acabar con este sistema de dominación/sumisión que el patriarcado ha impuesto durante siglos y que nos afecta a TODAS Y CADA UNO. Se trata de respetar nuestras diferencias y crear una sociedad con equidad. Queremos equidad, queremos las mismas oportunidades, queremos caminar por la calle sin miedo, queremos crear, queremos ser y, sobre todo, queremos vivir.



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¿Acaso señalar la problemática hace que tus pensamientos patriarcales de violencia y arcaicos se empiecen a fragmentar? ¿O te asusta ver a mujeres llorando por otras mujeres, ver a mujeres luchando por otras mujeres, ver a mujeres levantarse como guerreras y no sólo como objetos sexuales en vez de estar “calladitas y bonitas”? ¿Te estorba una mujer que piensa por sí misma y no se deja definir por lo que tú crees que está bien o mal? ¿Te molesta que una mujer diga: tú a mí no me vas a decir qué pensar, qué sentir y qué decidir? Porque si este es el caso, retomo lo anterior, nos hace falta aprender qué es el respeto.

Si no eres misógino, si no eres machista, si te proclamas como un hombre “correcto” y que lucha por las causas justas (aunque sea por medio de un “like”), ¿cuál sería tu problema?, ¿en qué te afectaría que yo proclame mi feminismo?

Estos cuestionamientos, esperaría, te hagan dudar, pero desde la comodidad de tu posición dominante, creo que no podrás tener una opinión imparcial porque tú no lo has vivido en cuerpo de mujer.

Estas reflexiones iniciales del feminismo son un tema a debatir por muchos años, hasta que se logre la equidad. Hoy proclamo por las mujeres del ayer, por las de hoy y por las mujeres de mañana: #NiUnaMenos y te invito a sumarte… 


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Andrea Torselli      TRAZOS DE LUZ 

Máster en Administración de Empresas con estudios en Ciencias Políticas. Fotógrafa profesional

Luisa Contreras 


Psicóloga clínica, educadora de Disciplina Positiva para padres y familias y catedrática de la Universidad Mariano Gálvez. Se dedica a quebrar esquemas y a cuestionar todo lo que le rodea




Guatemala es una utopía ensangrentada. No podrás parar de leer esta novela. eBook en Amazon y primeros capítulos aquí  


4 comentarios:

  1. hola Luisa
    Llegue a tu blog ...universos paralelos... que empezastes en 2008 y dejastes en enero de 2013
    Fui leyendo todos tus escritos y mande un mail luisacontreras@gmail.com
    Solo hoy al ver q no tuve respuestas puse tu nombre y me di con este blog activo al menos al dia de la fecha de este blog
    Te reconoci en la foto y veo que tu profesion actual es psicologa clinica dedicada a ayudar a la niñez guatemalteca
    Ahora me pregunto sobre lo de quebrar esquemas y cuestionar todo lo que te rodea
    Y sobre asuntos inconclusos
    La curiosidad mato al gato
    Espero no tener el mismo destino
    Mario Luis desde Argentina, otro pais con grandes problemas desde el cambio de gobierno
    Saludos

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  2. Hasta que no teníais voz el todo iba bien..las mujeres sois un problema que se resuelve con no salir de vuestra casa y os dejéis llevar x la mano (sensata razonable y noble) del hombre

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  3. Hasta que no teníais voz el todo iba bien..las mujeres sois un problema que se resuelve con no salir de vuestra casa y os dejéis llevar x la mano (sensata razonable y noble) del hombre

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  4. Excelentes planteos. La equidad es imprescindible. Felicitaciones a las autoras.

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