miércoles, 26 de agosto de 2015

Foro Regional Esquipulas: ¿Palabras al viento?



MUJICA LE HABLÓ A LAS ÉLITES      


POR CHRISTIAN ECHEVERRÍA 



El escritor guatemalteco Mario Roberto Morales dijo una vez que hay que escribir para el futuro, para generaciones letradas “que no han nacido”. Pero ¿cómo será su futuro con este presente?

En el VI Foro Regional de la Fundación Esquipulas en un hotel capitalino dedicado este mes a la democracia, la integración y el desarrollo, Pepe Mujica nos recordó algo fundamental en medio del drama y la esperanza de una crisis: “El primer valor es la vida. No hay cosa más importante que este hecho humilde y cotidiano de estar vivo”, afirmó el senador y expresidente uruguayo, ícono humanista global y exguerrillero tupamaro.

Y lo hizo ante cientos de guatemaltecos que llenaron el salón de convenciones. Gentes diversas en todo: muchos con hambre de conciencia, salidas y desahogo, de igualdad y justicia, otros, los políticos que invitaron, con ganas de que nada cambie. 

A unos como Portillo los abuchearon cuando anunciaron su presencia. Otto Pérez no estaba pero pidieron su renuncia. “¡Te queremos ver en la Plaza!”, le gritaron a Vinicio Cerezo, impulsor del evento, cuando introducía a Mujica y atacaba al CACIF para no ser menos. 

Vi a Mario Estrada de UCN. Y la alegría: ¡Entró Iván Velásquez! Vi y saludé a activistas, artistas, intelectuales, gestores culturales y periodistas. Mujica le hablaba a las élites.      
                            
“¡Un Mujica queremos en Guatemala!”, gritó otro. Porque su ponencia se llamó “Imperativos morales del ser humano ante la política y la economía en la globalización”. 

Sus palabras fueron profundas, esenciales, apuntaron al ser. Así como tal vez nadie le hablaba al pueblo (y a sus élites) desde hacía mucho. Una poesía con excusa política recibida con gritos y silencios. Tal vez no todo se comprendió. Tal vez algo quedó ignorado. 

Aquí lo que dijo y las reacciones de los que oyeron.         


El capitalismo, la corrupción y la vida 

“¿Y qué hiciste de tu vida?”, le preguntó a su audiencia. “Te pasaste pagando cuotas y trabajando mucho”. 

“Si cada uno de ustedes analiza se va a dar cuenta que tal vez las cosas más hermosas y dolorosas de su vida no tienen nada que ver con la plata. Estar vivo es un milagro”.  

Entonces provocó uno de los momentos más emotivos:

“El desarrollo tiene sentido si propicia la felicidad humana, si no, no”.

“Esta vida es el único capital importante que tenemos. La vida no es sólo trabajar. La vida es tener tiempo para vivirla. Porque ¿a qué venimos, a sufrir o a vivir? ¿O a luchar por vivir una cuota de felicidad en esta maravillosa aventura de estar vivo?”. 

Es humilde. Con una frase destruyó su propia leyenda: 

“Yo no soy pobre, carajo... Pobres son los que precisan mucho porque no alcanza nada…”.     

Y desnudó la cultura egoísta del sistema, la causa de los problemas: 

“Nos corrompemos porque queremos y nos corrompemos porque amamos más la riqueza que la vida. Esto es lo que nos lleva de la mano y nos conduce a la corrupción, a no contar con recursos para invertir socialmente, a tener Estados raquíticos”.  

Dio un consejo para vivir: 

“En la soledad del calabozo yo aprendí esto: Sobrio, liviano de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad".

Desarrollo: ¿Estado o mercado? 

“A los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política”. 

Una frase que pudo ser para los que no distinguen entre lo público y lo privado. 

Los políticos bien cuidados por la Fundación Esquipulas en las primeras filas a las que la prensa no pudo llegar. No pude ver sus caras mientras oían.           

“No es que no existen intereses”, aclaró. “Es que la palabra ´interés´ no sólo es una ecuación de carácter económico, hay otros intereses, hay cosas que no tienen nada que ver con la plata”. 

Y tiró otro balazo

“No le podemos pedir al mercado justicia social”. 

“Un país que multiplica constantemente su riqueza, no por eso termina ni con la pobreza, ni con la indigencia, porque va quedando otra humanidad al costado del camino”.  

Destacó la importancia del salario, lo llamó “primer factor de distribución” y agregó: 

“¿Arregla el salario todas las cuestiones? No. Se necesita que una economía prospere, pero se necesita un Estado que fiscalice y tenga políticas fiscales y extraiga los recursos para invertir allí donde el mercado no apunta”.   

Democracia, partidos y campañas   

“Si a mí me piden masivamente que me vaya, pero ni que tal vez que me voy...”, aseguró. 

“La democracia, en el fondo, es repartir poder. Los que tienen menos poder son los desiguales”.

Advirtió el peligro del populismo: 

“La democracia corre riesgo cuando demagógicamente, en las campañas electorales, levantan programas que no van a poder cumplir jamás…”.  

Y dijo algo que podría servir al movimiento estudiantil de las marchas: 

“No hemos podido integrar nuestras universidades. Cada universidad parece una torre de marfil…”. 

Luego mostró cuidadosamente el sistema republicano, eso que no tenemos y que el movimiento ciudadano pide: 

“No creo que exista una democracia representativa sana, si no existen partidos políticos fuertes”.  

“La democracia va mucho más allá del voto”. 

“El partido es la herramienta para el cambio, no es el cambio en sí”. 

“Confundir partido con Gobierno es comerse el futuro, porque el partido está antes y está después. El Gobierno administra el hoy pero el partido tiene que cultivar la utopía, pensar el mañana, en la formación de los cuadros para enfrentar el porvenir”. 

“Las organizaciones sindicales jamás deben ser la escoba de un gobierno… ¡Tienen que tener independencia!”.        

Y cuando muchos discuten votar nulo, no votar, votar por el “menos peor” y más militarización de la seguridad, dijo otra cosa importante: 

“La ciudadanía no es un mero votante, no se es democracia sólo votando. ¿Por qué? Porque los seres humanos no son ladrillos, no funcionan como en un cuartel”. 

“La libertad se quiere para discrepar, no para estar de acuerdo”.    

“No hay hombres insustituibles, hay causas insustituibles”.                            

Al final, ¿qué pasará con nuestra democracia, con la conciencia de sus élites? Mujica les habló, pero ¿fueron palabras al viento?                                                  
  

Así lo ven:    
 
Portillo: “Un evento muy importante, que ayer lo fue más, por la presencia de Pepe Mujica”. Foto: Alfonso Portillo, Facebook 



 
Raul De La Horra, escritor: “El mensaje que da Mujica a las élites es que es necesario retomar valores de la tradición del anarquismo, del humanismo socialista, de algunas religiones orientales y el budismo, como la simplicidad, la sencillez y autenticidad, tratando de armonizar lo que se piensa, se dice y se hace. Privilegiar el ser sobre el estar y el tener”. Foto: Raul De La Horra, Facebook   


Carolina Vásquez Araya, columnista: “Mujica se refiere a los problemas derivados de un sistema incapaz de sostener el equilibrio de poderes. Toca de cerca al componente femenino, dado que es el segmento más afectado por la exclusión, la discriminación y la extrema pobreza. No veo en Mujica un discurso feminista, sino uno humanista en el más amplio sentido”. Foto: Carolina Vásquez Araya, Facebook 

 
Juan Alberto Fuentes Knight, exministro de Finanzas: “Plantea la necesidad de reconocernos como animales políticos que vivimos en sociedad, que no somos individuos aislados, lo cual significa no sólo que tenemos obligación de tomar en cuenta al prójimo sino también de hacerlo de manera conjunta”. Foto: Arely Chamalé / Asuntos inconclusos


Karin Slowing Umaña, analista: “Los países de América del Sur tienen Estados más fuertes que han jugado un papel más importante que en Centroamérica en la conducción de la sociedad y la economía. Las élites económicas del Sur son más educadas que en la Centroamérica indígena. Eso les hizo ser menos implacables con sus congéneres blancos, no así con los de otras etnias”. Foto: Karin Slowing Umaña, Facebook

Louisa Reynolds, periodista: “Uruguay, igual que Guatemala, sufrió una historia de dictaduras militares marcadas por la persecución de opositores. Sin embargo, se posiciona como uno de los países más progresistas de América Latina y está a la vanguardia en temas como la despenalización de la droga (…) Guatemala se mira en el espejo de Uruguay y en vez de voltear hacia EE.UU. encuentra en Uruguay un modelo”. Foto: Louisa Reynolds, Facebook   

 
 Mario Estrada, candidato presidencial de la UCN en su Facebook: “Una actividad importante para todos los que hacemos política”. Foto: Mario Estrada, Facebook     




Esta nota fue publicada primero por la revista Crónica Antigua, en agosto de 2015     
 

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Christian Echeverría 

Una rara mezcla entre psicólogo, poeta, activista, bloguero y periodista digital que sólo es posible en el siglo xxi. Creador de Asuntos inconclusos.
 


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