MUJICA LE HABLÓ A LAS ÉLITES
POR CHRISTIAN ECHEVERRÍA
El escritor guatemalteco Mario Roberto Morales dijo
una vez que hay que escribir para el futuro, para generaciones letradas “que no han nacido”. Pero ¿cómo será su futuro con este presente?
En el VI Foro Regional de la Fundación Esquipulas en
un hotel capitalino dedicado este mes a la democracia, la integración y el
desarrollo, Pepe Mujica nos recordó algo fundamental en medio del drama y la esperanza
de una crisis: “El primer valor es la vida. No hay cosa más importante que este
hecho humilde y cotidiano de estar vivo”,
afirmó el senador y expresidente uruguayo, ícono humanista
global y exguerrillero tupamaro.
Y lo hizo ante cientos de guatemaltecos que llenaron
el salón de convenciones. Gentes diversas en todo: muchos con hambre de
conciencia, salidas y desahogo, de igualdad y justicia, otros, los políticos que invitaron,
con ganas de que nada cambie.
A unos como Portillo los abuchearon cuando anunciaron su presencia.
Otto Pérez no estaba pero pidieron su renuncia. “¡Te queremos ver en la Plaza!”,
le gritaron a Vinicio Cerezo, impulsor del evento, cuando introducía a Mujica y
atacaba al CACIF para no ser menos.
Vi a Mario Estrada de UCN. Y la alegría: ¡Entró Iván Velásquez! Vi y saludé a activistas, artistas, intelectuales, gestores culturales
y periodistas. Mujica le hablaba a las élites.
“¡Un Mujica queremos en Guatemala!”, gritó otro.
Porque su ponencia se llamó “Imperativos morales del ser humano ante la política y la
economía en la globalización”.
Sus palabras fueron profundas, esenciales, apuntaron
al ser. Así como tal vez nadie le hablaba al pueblo (y a sus élites) desde
hacía mucho. Una poesía con excusa política recibida con gritos y silencios. Tal vez no
todo se comprendió. Tal vez algo quedó ignorado.
El
capitalismo, la corrupción y la vida
“¿Y qué hiciste de tu vida?”, le preguntó a su audiencia. “Te pasaste
pagando cuotas y trabajando mucho”.
“Si cada uno de ustedes analiza se va a dar cuenta que
tal vez las cosas más hermosas y dolorosas de su vida no tienen nada que ver
con la plata. Estar vivo es un milagro”.
Entonces provocó uno de los momentos más emotivos:
“El desarrollo tiene sentido si propicia la felicidad
humana, si no, no”.
“Esta vida es el único capital importante que tenemos.
La vida no es sólo trabajar. La vida es tener tiempo para vivirla. Porque ¿a
qué venimos, a sufrir o a vivir? ¿O a luchar por vivir una cuota de felicidad
en esta maravillosa aventura de estar vivo?”.
Es humilde. Con una frase destruyó su propia leyenda:
Es humilde. Con una frase destruyó su propia leyenda:
“Yo no soy pobre, carajo... Pobres son los que
precisan mucho porque no alcanza nada…”.
Y desnudó la cultura egoísta del sistema, la causa de
los problemas:
“Nos corrompemos porque queremos y nos corrompemos
porque amamos más la riqueza que la vida. Esto es lo que nos lleva de la mano y
nos conduce a la corrupción, a no contar con recursos para invertir
socialmente, a tener Estados raquíticos”.
Dio un consejo para vivir:
“En la soledad del calabozo yo aprendí esto: Sobrio, liviano de equipaje, vivir
con lo justo para que las cosas no me roben la libertad".
Desarrollo:
¿Estado o mercado?
“A los que les gusta mucho la plata hay que correrlos
de la política”.
Una frase que pudo ser para los que no distinguen entre
lo público y lo privado.
Los políticos bien cuidados por la Fundación Esquipulas en las primeras filas a las que la prensa no pudo llegar. No pude
ver sus caras mientras oían.
“No es que no existen intereses”, aclaró. “Es que la palabra
´interés´ no sólo es una ecuación de carácter económico, hay otros intereses, hay cosas
que no tienen nada que ver con la plata”.
Y tiró otro balazo:
“No le podemos pedir al mercado justicia social”.
“Un país que multiplica constantemente su riqueza, no por
eso termina ni con la pobreza, ni con la indigencia, porque va quedando otra humanidad al costado del camino”.
Destacó la importancia del salario, lo llamó
“primer factor de distribución” y agregó:
“¿Arregla el salario todas las cuestiones? No. Se
necesita que una economía prospere, pero se necesita un Estado que fiscalice y tenga
políticas fiscales y extraiga los recursos para invertir allí donde el mercado no
apunta”.
Democracia,
partidos y campañas
“Si a mí me piden masivamente que me vaya, pero ni que
tal vez que me voy...”, aseguró.
“La democracia, en el fondo, es repartir poder. Los
que tienen menos poder son los desiguales”.
Advirtió el peligro del populismo:
“La democracia corre riesgo cuando demagógicamente, en
las campañas electorales, levantan programas que no van a poder cumplir jamás…”.
Y dijo algo que podría servir al movimiento
estudiantil de las marchas:
“No hemos podido integrar nuestras universidades. Cada
universidad parece una torre de marfil…”.
Luego mostró cuidadosamente el sistema republicano,
eso que no tenemos y que el movimiento ciudadano pide:
“No creo que exista una democracia representativa sana,
si no existen partidos políticos fuertes”.
“La democracia va mucho más allá del voto”.
“El partido es la herramienta para el cambio, no es el
cambio en sí”.
“Confundir partido con Gobierno es comerse el futuro,
porque el partido está antes y está después. El Gobierno administra el hoy pero
el partido tiene que cultivar la utopía, pensar el mañana, en la formación de
los cuadros para enfrentar el porvenir”.
“Las organizaciones sindicales jamás deben ser la
escoba de un gobierno… ¡Tienen que tener independencia!”.
Y cuando muchos discuten votar nulo, no votar, votar
por el “menos peor” y más militarización de la seguridad, dijo otra cosa importante:
“La ciudadanía no es un mero votante, no se es
democracia sólo votando. ¿Por qué? Porque los seres humanos no son ladrillos, no
funcionan como en un cuartel”.
“La libertad se quiere para discrepar, no para estar
de acuerdo”.
“No hay hombres insustituibles, hay causas
insustituibles”.
Al final, ¿qué pasará con nuestra democracia, con la
conciencia de sus élites? Mujica les habló, pero ¿fueron palabras al
viento?
Así lo ven:
Portillo: “Un evento muy importante, que ayer lo fue
más, por la presencia de Pepe Mujica”. Foto: Alfonso Portillo, Facebook
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Mario Estrada, candidato presidencial de la UCN
en su Facebook: “Una actividad importante para todos los que hacemos
política”. Foto: Mario Estrada, Facebook
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Esta nota fue publicada
primero por la revista Crónica
Antigua, en agosto de 2015
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Christian Echeverría
Una rara mezcla entre psicólogo, poeta, activista, bloguero y periodista digital que sólo es posible en el siglo xxi. Creador de Asuntos inconclusos. |
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