lunes, 11 de mayo de 2015

¿Terminó el #RenunciaYa con la salida de Baldetti o #EstoApenasEmpieza? (Fotocrónica, la evolución de la protesta)





POR CHRISTIAN ECHEVERRÍA


El viernes 8 de mayo hubo historia en Guatemala. 

La vicepresidenta de la república, Roxana Baldetti, presenta su renuncia luego de que unos días antes la CICIG y el Ministerio Público identificaran a su secretario, Juan Carlos Monzón, como líder de una red de defraudación fiscal y aduanera compuesta por militares de Inteligencia que habría saqueado unos Q12 mil millones del erario en por lo menos un año de su gobierno. 

Entre las escuchas telefónicas presentadas por la Fiscalía y la CIGIG ante la prensa, los integrantes de la mafia denominada “La Línea” habrían también implicado a Baldetti con el alias de “La 2”. 

Eran casi las seis de la tarde, cuando el presidente Otto Pérez Molina, general retirado del ejército, hacía el anuncio oficial a la nación desde Casa Presidencial en conferencia de prensa y con la tristeza en la mirada.  

Entonces un clima de alegría surgió entre los ciudadanos, que por semanas habían exigido masivamente en las calles del país la salida del Gobierno por el caso de “La Línea”. 

Esa misma noche, cientos se congregaron en la Plaza de la Constitución para quemar cohetes y cantar. La renuncia de Baldetti era también una victoria ciudadana. Pero también empezaba a sentirse en muchos sectores y la opinión pública que aquello era sólo el comienzo de algo muy importante para la sociedad. 

A los #RenunciaYa, #RenunciaYaFase2 y #NoTeTocaBaldizon se le sumó el #EstoApenasEmpieza. 

El pueblo llenaba sus muros de Facebook con la noticia y con proclamas y consignas de justicia, movilización, reformas y revolución. 

Se convocó a otra manifestación para el día siguiente, sábado 9, a la tres de la tarde, frente a Palacio Nacional.  

Era la evolución de una protesta. Un grito de deseo de cambio por mucho tiempo reprimido en los guatemaltecos, que empezó un 25 de abril de 2015 por un acto de corrupción y nadie sabe en realidad cómo ni cuándo acabará. 

Estas son sus imágenes.   



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Ya frente a Palacio, los ciudadanos se acercaban a los manifestantes que se encadenaron en las puertas principales y llevan días en protesta. Interactuaron y se dieron apoyo mutuo ante la mirada de algunos medios televisivos de cable. La gente cantó el himno y sus consignas. El calor era intenso. Entonces, espontáneamente, la movilización empezó a caminar hacia el Congreso donde los diputados se reunían para reconocer formalmente la renuncia de Baldetti. 

                  

Eso sí, el piso de la entrada del palacio que construyó el dictador Jorge Ubico, estaba saturado de carteles ya sucios y pisados por la gente, por las huellas de la indignación. Costaba caminar, pero se podían leer las voces. 


   
Al llegar al Congreso, la concentración fue recibida por una presencia simbólica de policías ante la puerta. La gente llegó cantando y subió la voz. ¿Qué habrán sentido los diputados adentro al oír?  No recuerdo la hora.

                        
                                                         




Es que a pesar de que las investigaciones de la Fiscalía y la CICIG apuntan a que hay grandes empresarios importadores que se beneficiaron de “La Línea” para evadir impuestos, y de que el sector privado financió y apoyó al aún oficialista Partido Patriota poniendo en 2007 a Ricardo Castillo Sinibaldi, uno de sus grandes líderes industriales como candidato a la vicepresidencia junto con Pérez Molina, y a Alejandro Sinibaldi como gestor financiero; el CACIF había exigido recientemente la renuncia de la vicepresidenta. 

Sin embargo, evitó pedir también la del mandatario para limitar el alcance de la crisis, y algunos periodistas y analistas aseguran que fue la élite empresarial y Estados Unidos los que presionaron decisivamente a Pérez para que expulsara a Baldetti del Gobierno por medio de tres frentes: el retiro de las visas, la eventual vinculación del Gobierno con la narcotraficante Marllory Chacón, condenada en Estados Unidos, con el riesgo de extradición probablemente incluido, y el fin del financiaiento empresarial para el PP en las elecciones. 

Asuntos inconclusos explicó esta dinámica con dos notas de marzo: un ensayo sobre la geopolítica y gobernabilidad de los recursos naturales en la región del politólogo de la Landívar, Alvaro Armas, y una entrevista especial de análisis de coyuntura con el columnista de elPeriódico Mario Roberto Morales.   



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Al parecer, para el Gobierno, el CACIF y Estados Unidos la crisis de corrupción habría terminado con la renuncia de Baldetti, y el país tendría que pensar ya en el proceso electoral en el que los poderosos tienen grandes inversiones. 

Pero hoy en Guatemala, los ciudadanos, por primera vez en mucho tiempo, piensan en cosas muy distintas. 

En redes sociales varios líderes de opinión han llamado a hacer ahora mismo reformas a la Ley Electoral, a la Ley del Servicio Civil, a anular las elecciones, votar nulo, hacer una Asamblea Nacional Constituyente o enjuiciar tanto a Pérez Molina como a Roxana Baldetti.                  


  

                                                         

De pronto alguien toma el megáfono e insulta al Gobierno. 

La gente grita contagiada y otros incitan a rodear el Congreso marchando y con ruido para regresar a la puerta. Sigue incontenible el flujo de las voces.  

Se hace. 

Los guatemaltecos, por mucho tiempo divididos y sometidos a las dictaduras, ahora caminan juntos con consignas comunes y sin caudillos aparentes. Piden cárcel para todos los vinculados en la defraudación de su país: funcionarios, empresarios, diputados, abogados y aun para los jueces como Marta Sierrra de Stalling que benefició supuestamente a "La Línea" recibiendo sobornos de un bufete de juristas que trabajaba para el grupo. 

Esto es el poder vs. la gente.        




De vuelta en Palacio, caía la tarde que se hacía linda y bajaba el calor. 

Alguien tomó de nuevo la voz. 

Los diputados aceptaron la renuncia de Baldetti con 149 votos a favor y ninguno en contra. Los ciudadanos aplaudieron el hecho, pero parecen tener claro (al fin) el panorama, no sólo en el Congreso, sino de sus enemigos y la lucha que les espera en los próximos meses para rescatar a su país. Tampoco recuerdo esa hora. 


  
La coyuntura demostró que Guatemala sigue siendo un territorio de poderes hegemónicos tradicionales: empresarios, militares contrainsurgentes y la influencia geopolítica de los Estados Unidos. 

La sociedad que han moldeado es un reto cuesta arriba para los ciudadanos que hoy despiertan. 

Ya se verá si la renuncia de Roxana Baldetti es sólo un reajuste, un sacrificio temporal de los poderosos para consevar su sistema, o si es el inicio de otra primavera democrática o al menos un intermedio. 

Y ustedes, ¿qué consignas tienen o leyeron?                       
             



            
                



   
  

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