POR CHRISTIAN ECHEVERRÍA
Los organizadores del #RenunciaYa nunca se
imaginaron que el evento que crearon el mes pasado para protestar contra la corrupción
del Gobierno y pedir la salida del presidente y la vicepresidenta, se
convertiría en un movimiento ciudadano nacional y representativo de la
indignación, hartazgo y el deseo de cambios estructurales; nunca visto desde
las jornadas de marzo y abril de 1962 o incluso el 20 de octubre del 44.
En 2015, la sociedad guatemalteca parece superar el miedo tradicional impuesto por el Estado desde las dictaduras militares, y el sábado 16 de mayo fue un sábado de gloria
para el pueblo, que con toda su diversidad y sus contradicciones
salió a expresar su intención democrática a las calles de Zacapa, Sacatepéquez, Quetzaltenango, Huehuetenango,
Chimaltenango, Sololá, San Marcos, Quiché y Jalapa, y se plantó en las
embajadas y cuerpos diplomáticos nacionales y espacios públicos de México, Los Ángeles (EE.UU.),
Chile y Argentina y exigió, ya no sólo el fin de la corrupción y su castigo;
sino la transformación política del Estado mismo y el desarraigo de los grupos y estructuras que lo han debilitado hasta hoy.
Estudiantes de las universidades,
profesionales, niños y adolescentes, empresarios,
campesinos, indígenas, mujeres, artistas, intelectuales, académicos, trabajadores,
gente de la diversidad sexual, adultos mayores, personas con capacidades
especiales y otros, demandaron, entre otras cosas;
la reforma a la Ley Electoral.
Esto fue lo que pasó esa tarde de lluvia y primavera
democrática en la Plaza de la Constitución de la capital.
Excelentes fotos y reportaje gráfico!
ResponderEliminarGracias Myrella.
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