viernes, 25 de septiembre de 2015

Análisis de coyuntura (o un poema de la vida cotidiana)



Es verdad que el río Bravo
es una escala de los sueños
en su trip hacia la muerte. 

 
También es cierto que los ríos
mueren porque el egoísmo
los liquida.


Respecto al agua,
he de decir que inunda,
que quita alcaldes del poder
y que acompaña bien
cuando se escucha que nos cae
bajo el techo de un amigo.

 
El agua es la más esquiva utopía de los pobres (y no es que tengan muchas), y esto está bien claro como el agua de botella.

 
Sin embargo, y aunque todo esto es execrable, a mí hoy por la mañana el agua me hizo levitar el cuerpo.

 
Logró el milagro de emanciparlo del polvo del que dicen que vengo. Me calentó la sien izquierda con unos pocos grados de calor y sin llegar a ser el sol, y hasta hizo que ni me acordara de pensar.

Por otro lado,
donde hubo fuego quedan besos en los labios. Caricias en el alma, gemidos en memoria. Donde hubo fuego quedan vidas truncas y
aldeas arrasadas. Cadáveres en noticieros, algunos juicios y castigos y alguna dosis de esperanza. 

 
¿Qué sería el porvenir sin él?

Sí.
Esto es la verdad aunque no sepa lo que digo.

En Xela, el aire de humedad me corta la respiración. Esa idea de que lleva vida es verdad, mediomentira.

 
De cualquier manera hay que saber volar. Y esto es preciso, categórico, integrista, irrenunciable...

 
No importa lo que digan los nahuales, los signos del zodiaco, ni los arquetipos. No hay destinos manifiestos. Sólo vos, y a veces.


Foto: Anastasii Mikhailov
 

Polvo sos y en sueños te convertirás.


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Christian Echeverría  

Una rara mezcla entre psicólogo, poeta, activista, bloguero y periodista digital que sólo es posible en el siglo xxi. Creador de Asuntos inconclusos.
 

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