Foto: chueca.com |
POR STEPHANIE BURCKHARD
La historia corresponde a un libro
escrito en 1950, llamado The Price of Salt, por Patricia Highsmith. Publicó
su libro mientras existían grupos en Estados Unidos como el Henry Gerber’s
Society for Human Rights que luchaban por proteger a los homosexuales
perseguidos.
Highsmith, al igual que una larga lista
de investigadores (1), solo reforzó la evidencia de que en las culturas es natural
encontrarse con relaciones de amor entre personas del mismo sexo. En Europa,
desde el siglo xix, el científico Sigmund Freud no consideraba la orientación
homosexual y bisexual como una enfermedad ni como un crimen. En Berlín, Magnus
Hirschfield había fundado el Instituto de Sexología y los documentos
especializados que publicó se mantuvieron vivos hasta la llegada de los nazis,
quienes destruyeron sus estudios el 10 de mayo de 1933. Al mismo tiempo, Oscar
Wilde y Radclyffe Hall luchaban en Inglaterra contra los señalamientos de su
orientación sexual.
Después de los años 70s los movimientos
de liberación sexual se expandieron y la mediatización de la diversidad sexual
evolucionó rápido. A la fecha, me siento frente a la computadora y mientras
reviso las redes sociales me topo con páginas de movimientos sociales, de
organizaciones que se mezclan al mismo tiempo con compañías que se han
apropiado del discurso pro LGBT en sus campañas de marketing. También los
gobiernos evolucionaron de una cultura de tolerancia hacia la inclusión; al
menos países como Bélgica, España, Argentina, Uruguay, Colombia y Brasil han
aprobado el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Pareciera que leer una historia de
lesbianas con final feliz es algo tan común para nuestra época. Sin embargo,
estas campañas y políticas también reflejan la ausencia de una cultura que no
sea machista. En la vida real todavía existen historias de amor entre personas
del mismo sexo que se señalan y se discriminan por parte del Estado y de la
sociedad.
Cada vez que leía a Richard, novio de
Therese, y a Harge, esposo de Carol, me di cuenta de cómo Highsmith criticaba a
personas que aún existen allá afuera. A la idea de la perfección donde siempre
sale el sol, no existe la pobreza, el crimen, ni la corrupción. Donde la
felicidad se adquiere por medio de una uniformidad total, por medio del modelo
de la “familia perfecta”, donde existe ese rigor donde nada puede ser
diferente.
Sus críticas se revelan en los diálogos
que tienen Therese y Carol cuando están conversando, cuando están solas y
pueden ser ellas mismas. Por un lado, estaba Richard (y Therese realza cómo él
la amaba solamente por la sensación de poder que le concedía y la de
pertenencia que tenía cuando ella le acompañaba):
“Pensó que Richard sólo se enteraba de que estaba «a kilómetros de aquí»
cuando se sentía privado de ella por su distancia, pero no se enteraba de nada
más”.
Los diálogos de Carol también revelan que ella está consciente de que Harge se casó con ella por esa perfección a la que quería pertenecer:
“Creo que me eligió, como se elige una alfombra para el salón, y cometió
un grave error. La verdad es que dudo que sea capaz de querer a nadie. Lo que
tiene es una especie de ansia adquisitiva que no es muy ajena a su ambición.
Ser incapaz de amar puede convertirse en una enfermedad, ¿no crees? —Miró a
Therese—. Quizá sea el sino de esta época. Si uno se empeña, puede justificar
lo que quiera, incluso el suicidio colectivo. El hombre se está poniendo a la
altura de sus propias máquinas destructivas”.
¿Regalar algo intenso el 14 de febrero? Regalá una novela guatemalteca, una
historia de amor trágico. eBook y primeros capítulos aquí
Lesbiandad:
una ruptura contra el sistema
Highsmith hizo algo que es importante en
la actualidad, y es que por medio de las dos protagonistas, visibilizó a las
lesbianas. Normalmente, se arrejuntan las tendencias sexuales en una mezcla de
siglas (LGBT: lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero), cuando a
cada grupo le corresponde un reconocimiento particular e inclusión específica
en la sociedad. La importancia de hablar solamente sobre lesbiandad se recalca
durante el foro que se desarrolló en la Escuela de Historia de la Universidad
de San Carlos de Guatemala en el marco del 26 de abril, Día de la Visibilidad Lésbica. Un esfuerzo para interpretar las realidades desde
otros marcos teóricos y metodológicos.
En los últimos cinco años, todavía el
74% de personas en Guatemala se negaría a votar por un candidato político que
fuera homosexual y el 70% aún cree que la sexualidad es una enfermedad. El 40%
de las personas no acepta a un familiar homosexual o bisexual (2). ¿A dónde se
puede llegar así, si todavía tengo esa sensación de que Carol y Therese existen
solamente en la ficción, si pienso que tuvieron mucha suerte, si los lectores
todavía creen lo mismo que yo?
En su larga carta final, Carol le relata
a Therese las humillaciones que ha sufrido durante las negociaciones con los
abogados de su marido:
“Pero el punto más importante no lo mencioné y ninguno de ellos lo pensó,
y es que la relación entre dos hombres o dos mujeres puede ser absoluta y
perfecta, como nunca podría serlo entre hombre y mujer, y quizá alguna gente
quiere simplemente eso, como otros prefieren esa relación (…) que se produce
entre hombres y mujeres. Ayer se dijo, o se dejó entender, que el camino que he
escogido me llevaría a hundirme en las profundidades del vicio y la
degeneración humanas. Sí, me he hundido bastante desde que me apartaron de ti.
Es verdad, si tuviera que seguir así y me siguieran espiando, atacando y nunca
pudiera poseer a una persona el tiempo suficiente para llegar a conocerla, eso
sí sería degeneración. O vivir contra mi propia naturaleza, eso es degeneración
por definición”.
Referencias:
(1) Cory, D. W.
(1951). The homosexual in America: A subjective approach. New York: Greenberg.
(2) OTRANS. (2012). Violaciones a los
Derechos Humanos de las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero
(LGBT) en Guatemala: Informe Sombra: Comité para los Derechos Humanos de las
Naciones Unidas.
::::::
Stephanie Burckhard CLUB PARA DOS
Stephanie Burckhard CLUB PARA DOS
¿Regalar algo lindo el 14 de febrero? Regalen poesía guatemalteca de amor y olvido. eBook y poemas aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario