POR BÁRBARA BARRIENTOS
La búsqueda de
sí mismo es un proceso que no acaba nunca pero evoluciona con el pasar de los
años. Quien se sintió confuso durante su infancia y adolescencia con aquello
que los padres dicen que es cierto, es el mismo que en la adultez se pregunta
qué hacer con esa cantidad de conocimiento que se adquiere con el tiempo, pero
que un día cualquiera cae como balde de agua fría en la razón.
Emil Sinclair
es el personaje principal de “Demian”, obra escrita por el alemán Hermann Hesse
en 1919. La historia refleja muy bien la época en la que fue escrita (con todos
sus prejuicios y tabúes, algunos incluso arrastrados hasta el siglo xxi).
Emil lleva una
vida cotidiana normal, tan tradicional y conservadora como cualquier niño de su
época. Dentro del hogar, todo resultaba “perfecto” basado en apariencia y
religión. Pero cuando Sinclair salía y veía la realidad en la calle todo era
muy diferente. A temprana edad comienza a cuestionar las cosas
que suceden a su alrededor; aquellas que todos los demás niños creen que son
"normales" o "correctas".
Un
día, se encuentra con Max Demian. Un compañero de escuela que llamará su
atención por su forma diferente de ver las cosas, por su personalidad fuerte y
misteriosa y por sus posiciones críticas ante acontecimientos que para los
demás niños resultan indiferentes. El encuentro entre estos dos personajes hará
de la obra un diálogo incesante en el que sin duda el lector se identificará en
algún momento específico de su vida, o se sentirá invitado a realizarse
los mismos cuestionamientos que atormentan a Sinclair en su camino hacia la
madurez.
Emil ha sido
criado por unos padres muy conservadores que intentan inculcar ideas firmes en
él, pero un día el pequeño Sinclair se ve atraído por un mundo diferente al que
le enseñaron en casa. La cantidad de respuestas que necesita a todas las
preguntas que surgen sobre su propia existencia lo comienzan a atormentar, y
entonces decide ir por ellas por medio de la búsqueda en sí mismo; la
introspección.
Sinclair tiene
que hacer frente a dos grandes mundos: el ideal; aquel que sus padres le
presentaron desde siempre, y el mundo frío que se encuentra lejos del
cuidado paternal y que no se parece en nada al otro. Sinclair va en búsqueda de
su personalidad.
Entonces
experimenta con cada uno y los confronta para encontrar las respuestas que
tanto busca. Influenciado por Max Demian, aquel compañero de clase que seduce
con su mirada fría y misterio envolvente y que refleja su precocidad en cada
uno de sus actos, Sinclair se rebela ante todos los patrones sociales no sin
antes experimentar de cerca y en carne propia temas comunes como la amistad,
el crimen, el bien y el mal.
“Demian” tiene
referencias místicas y religiosas que, acompañadas de la Psicología, narra el
conflicto del autoconocimiento que todos enfrentamos desde la infancia y a
través de la adolescencia, y sin duda sigue presente en la
adultez.
Demian le
presenta a Sinclair “Los hijos de Caín”, una idea que jamás había escuchado.
Estas personas poseen la capacidad de ejercer el bien y el mal, así como Abraxas, una entidad divina con características humanas. Demian es mentor de Sinclair y le ayuda con ejemplos muy originales
del camino por la vida, la sociedad, los deseos naturales y el deseo sexual, del
que no podía hablar con sus padres, y que poco a poco descubre en sí mismo...
“El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Quien quiera nacer tiene que destruir un mundo". Demian. laberintosdeltiempo.blogspot.com |
Es claro que la
obra intenta encaminarnos al punto máximo de la línea de nuestra vida, ese en
el que "destruimos el cascarón” y abrimos los ojos a lo que tanto tiempo fue
escondido de nosotros. Pero para eso es necesario sin duda hacer frente a las
consecuencias.
Hesse refleja
su proceso de "destrucción del cascarón" en cada una de las páginas de este
libro. La novela fue publicada nada más y nada menos que con el nombre de “Emil
Sinclair”, un seudónimo que Hesse eligió. El libro tuvo éxito desde el inicio y
ganó un premio que entregarían a "Emil Sinclair", pero este nunca apareció. Hesse confesó ser el autor de la obra y con esto dejó en claro que Emil
era él mismo.
La obra está
repleta de dualidades en las que cabe destacar las propias en la historia del
autor. Por ejemplo, su paso del siglo xix al xx. La literatura de Hesse quedó
atrapada entre ambos siglos y con esto entró en un conflicto en el que debía
enfrentar todo lo que el nuevo siglo traía consigo; lo nuevo y lo viejo, lo
antiguo y lo moderno; incluso su literatura debió enfrentar también la Gran
Guerra.
Hesse es el
Sinclair confundido, el atormentado por la realidad, golpeando a su puerta.
Hesse, de familia religiosa y una educación fuertemente conservadora, vivió el
tormento de la búsqueda de la verdad saliéndose de los parámetros que le fueron
enseñados. Abandonó el seminario donde realizaba estudios en Teología y dejó
Europa para instalarse en la India. Allí conoció de cerca nuevas y diferentes
filosofías orientales que combinó con lo aprendido de Jung, Nietzsche y Freud,
a los que admiraba y seguía, y especialmente de Jung y su psicología analítica
que refleja en la mayoría de sus personajes, los cuales siempre están en la búsqueda de su
individualidad y de la toma de conciencia.
Sus obras
siempre tienen un punto metafísico, ya que si bien Hesse estaba inconforme con
la fe que sus padres le habían impuesto, siempre continuó en la búsqueda de
algo mayor que rija el mundo. Hesse, quizá, buscaba llenar el vacío de su fe
atormentada por medio de la Filosofía, el Psicoanálisis y el misticismo, ya que
no sólo su fe había sido atacada, sino que toda la religión había sufrido un
gran cambio con la llegada del siglo xx.
Hesse, hijo del siglo xix, debía decidir si
quedarse con lo que había construido en ese siglo o adentrarse en el nuevo a
sabiendas que sería doloroso, y así se adentró en uno de los siglos más bélicos
de la historia con una fe débil y todos los preceptos aprendidos escurriéndose
entre sus manos.
La literatura
de Herman Hesse es el resultado del choque entre el mundo viejo y el nuevo. Dio
a luz una producción de más de 40 libros entre novelas, relatos y poemarios.
Entre estos sobresalen Demian (1919), Lobo estepario (1927) y Siddhartha (1922). Es reconocido como uno de los escritores de su época
más importantes de la lengua alemana y ganó el Premio Nobel de 1946.
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Bárbara Barrientos PÁGINA EN BLANCO
Estudiante
de Comunicación
de la USAC. Amante de las palabras y la ficción. A veces triste, a veces
muerta de
risa. A
veces mala.
Estudiante
de Comunicación
de la USAC. Amante de las palabras y la ficción. A veces triste, a veces
muerta de
risa. A
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muerta de
risa. A
veces mala.
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wenawena
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