sábado, 9 de diciembre de 2017

Hay una musa (o poesía del anhelo)

Foto:  imk.es



Sí. Lo confieso 
Hay una musa por ahí 
Una musa a la que eyaculo mis mentiras en las tetas 
Pero en realidad yo soy el engañado
pues no eyaculo más que semen
Semen que se muere después de unos segundos
¡Qué frágil es mi vida!

Hay una musa a la que muerdo los labios con todas mis fuerzas
con toda mi vida hasta hacerlos sangrar para que hablen
para que rompan el silencio de la Vía Láctea
y endulcen un poco mi saliva
bien amarga por tabaco
pero ella nunca me concede nada
¡Solo sexo oral!

Hay una musa de ojos verdes por ahí
pero yo soy incapaz de salir de mi pupila
y de dejarme ver

Hay una musa a la que siempre le cocino en el calor de mi estufa:
un poco de paella un día
y un poco de pasta después
Pero ella se alimenta de mi soledad

Hay una musa que bien podría caminar conmigo
pero aquí estoy otra vez:
solo, estancado por el tráfico
compartiendo derrotero con un millón de infames

Hay una musa que soñé anoche:
húmeda, lloviéndose mil veces por la tarde
Pero hoy me despertó este sol que derrite las ventanas
¡Debo ir a trabajar!

Sí. Hay una musa que promete poesía
Pero yo solo tengo este cuaderno



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Christian Echeverría 


Una rara mezcla entre psicólogo, poeta, escritor, activista, bloguero y periodista cultural que sólo es posible en el siglo xxi. Creador de Asuntos inconclusos



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